
jueves, 29 de abril de 2010
Lectura de Baño..."Guerra sin cesar" de Bukowski

miércoles, 28 de abril de 2010
Un poema de Kipling

En estos tiempos en que recibimos un montón de powerpoints que prácticamente ni leemos en los que aparecen escritas un sinnúmero de tonterías sobre cómo enfrentarse mejor a la vida y ser más felices, en los cuales las bellas palabras se juntan con nocturnos paisajes otoñales, caras de bebés sonrientes y cachorrillos mirándonos con cara de a que soy adorable me llevarías a casa a que sí?, me encontré el otro día con este poema de Kipling que me recordó que todavía podemos leer algo que intente dar un pequeño consejo de cómo vivir, a pesar de que no esté yo de acuerdo con alguna cosa de las que dice, sin caer en la pedorrez de Paulo Conejo y compañía...
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor pierde la suya y por ello te culpan,
si puedes confiar en ti cuando de ti todos dudan,
pero admites también tus dudas; si puedes esperar sin cansarte en la espera,
o ser mentido, no pagues con mentiras,
o ser odiado, no des lugar al odio,
y -aun- no parezcas demasiado bueno, ni demasiado sabio.
Si puedes soñar -y no hacer de los sueños tu maestro,
si puedes pensar - y no hacer de las ideas tu objetivo,
si puedes encontrarte en el Triunfo y el Desastre y tratar de la misma manera a los dos farsantes; si puedes admitir la verdad que has dicho
engañado por bribones que hacen trampas para tontos. O mirar las cosas que en tu vida has puesto, rotas,
y agacharte y reconstruirte con herramientas viejas.
Si puedes arrinconar todas tus victorias
y arriesgarlas por un golpe de suerte
, y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir nada de lo que has perdido;
si puedes forzar tu corazon y nervios y tendones
para jugar tu turno tiempo después de que se hayan gastado.
Y así resisitir cuando no te quede nada
excepto la voluntad que les dice "Resisitid"
Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,
o pasear con reyes y no perder el sentido común,
si los enemigos y los amigos no pueden herirte,
si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;
si puedes llenar el minuto inolvidable
con los sesenta minutos que lo recorren.
Tuya es la Tierra y todo en lo que ella habita,
y -lo que es más-, serás Hombre, hijo.
domingo, 18 de abril de 2010
jueves, 10 de septiembre de 2009
Ja gastamos as palavras...

Toca poesía, más que nada porque ayer pude ver en el FETEGA el espectáculo de Teatro Nu "Coa palabra na lingua", y salía ésta en un momento dado. El espectáculo, por cierto, de lo mejor que he visto en Galicia en bastante tiempo.
Adeus
Já gastámos as palavras pela rua, meu amor,
e o que nos ficou não chega
para afastar o frio de quatro paredes.
Gastámos tudo menos o silêncio.
Gastámos os olhos com o sal das lágrimas,
gastámos as mãos à força de as apertarmos,
gastámos o relógio e as pedras das esquinas
em esperas inúteis.
Meto as mãos nas algibeiras e não encontro nada.
Antigamente tínhamos tanto para dar um ao outro;
era como se todas as coisas fossem minhas:
quanto mais te dava mais tinha para te dar.
Às vezes tu dizias: os teus olhos são peixes verdes.
E eu acreditava.
Acreditava,
porque ao teu lado
todas as coisas eram possíveis.
Mas isso era no tempo dos segredos,
era no tempo em que o teu corpo era um aquário,
era no tempo em que os meus olhos
eram realmente peixes verdes.
Hoje são apenas os meus olhos.
É pouco mas é verdade,
uns olhos como todos os outros.
Já gastámos as palavras.
Quando agora digo: meu amor,
já não se passa absolutamente nada.
E no entanto, antes das palavras gastas,
tenho a certeza
de que todas as coisas estremeciam
só de murmurar o teu nome
no silêncio do meu coração.
Não temos já nada para dar.
Dentro de ti
não há nada que me peça água.
O passado é inútil como um trapo.
E já te disse: as palavras estão gastas.
Adeus.
martes, 19 de mayo de 2009
Benedetti ha muerto

miércoles, 19 de diciembre de 2007
Visita por la tarde, de Antonio Gamoneda
Joer, qué frío hace, el otoño se acaba en breve, y se nota...las Navidades acechan...regalillos mil. Ya podía nevar como hace un par de añitos...aunque por el Polígono ya lo ha hecho.
para que mis amigos no supieran
cuánto frío tenían, pero ellos
dijeron: "Ven, entra en la cocina".
Y la madre hizo fuego para mí.
No he podido tener nunca mi fiesta
en paz como aquel día:
el vino en la madera; la mirada
de los niños; las palabras;
el resplandor del fuego...
Cuando llegó la noche, la mujer
sacó las manos del agua
y separó los cabellos esparcidos
sobre el rostro cansado.
Y vi el rostro.
Rostro cansado: amor
Y sonreía.
jueves, 6 de diciembre de 2007
El poeta de la prespitación
el saludo
ya amoroso porque ya era...
ya había confianza de ya antes de esos días,
no fue que tuve que hacer ninguna...
ningún secreficio
ni exceso, que se ponían voluntarias,
para darle cualquier cosa, cualquier palabra amorosa.
Entonces
voy a hacer el amor con una,
pero que eran voluntarias,
no había ningún problema, pero naturalmente yo le pagaba por eso, eh,
sin ser una cifra
de dinero excesivo,
yo le pagaba una cosa corriente, normal.
Y eeeera cuando ellas tenían
ese interés
en ir a cama
porque una quedaba libre así,
en compló,
pa revolver
buscando dineros.
Me echaron droja en el Colacao,
que yo note que durmiera muchas horas,
imposible que yo duermo muy pocas horas,
nunca dormí más.
Con fotografías di ellas,
que había muchas mas fotografías
que estaban en el cajón de la mesilla de noche,
muchas más había,
porque yo ya tenía fotografías de todas las formas,
y en varios sitios.
Ah, todavía de que sepa yo
no fue interrojada,
ni apareció,
según los anuncios de la prensa.
La primera que apareció fue la delgadita pelo largo,
la segunda una rubia de 32 años,
la de pelo largo 26.
Eran prespitutas buscando domicilios
para hacer la prespitación,
pero no por prespitación, si no por robar.
Mientras que una
da el placer de prespitación,
la otra es cuando anda buscando objetos que le sirvan,
dinero mucho mejor.
Como colofón a este sentido homenaje, una imagen del borrador del manuscrito, pieza que se encuentra en el Museo Gallego de Arte Contemporánea. Recientemente la Universidad de Miskatonic ha intentado su compra por una gran suma de dinero. Se esperan noticias de Ánxela Bugallo sobre el destino final de esta joya.

jueves, 25 de octubre de 2007
El manicomio de Mondragón.

Así comienza el libro de Leopoldo María Panero "Poemario del Manicomio de Mondragón", de 1987, en el que estuvo recluído a finales de los años ochenta, cuando su obra comenzaba a ser valorada por la crítica:
En el obscuro jardín del manicomio
los locos maldicen a los hombres
las ratas afloran a la Cloaca Superior
buscando el beso de los Dementes.
canta humillado en una esquina
sus canciones hablan de ángeles y cosas
que cuestan la vida al ojo humano
la vida se pudre a sus pies como una rosa
una Princesa.
Los ángeles cabalgan a lomos de una tortuga
y el destino de los hombres es arrojar piedras a la rosa.
Mañana morirá otro loco:
de la sangre de sus ojos nadie sino la tumba
sabrá mañana nada.
El loquero sabe del sabor de mi orina
y yo el gusto de sus manos surcando mis mejillas
ello prueba que el destino de las ratas
es semejante al destino de los hombres
lunes, 15 de octubre de 2007
!Embriagaos!, de Charles Baudelaire

jueves, 30 de agosto de 2007
Ofelia, de Rimbaud

En las aguas profundas que acunan las estrellas,
blanca y cándida, Ofelia flota como un gran lilio,
flota tan lentamente, recostada en sus velos...
cuando tocan a muerte en el bosque lejano.
Hace ya miles de años que la pálida Ofelia
pasa, fantasma blanco por el gran río negro;
más de mil años ya que su suave locura
murmura su tonada en el aire nocturno.
El viento, cual corola, sus senos acaricia
y despliega, acunado, su velamen azul;
los sauces temblorosos lloran contra sus hombros
y por su frente en sueños, la espadaña se pliega.
Los rizados nenúfares suspiran a su lado,
mientra ella despierta, en el dormido aliso,
un nido del que surge un mínimo temblor...
y un canto, en oros, cae del cielo misterioso.
¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,
muerta cuando eras niña, llevada por el río!
Y es que los fríos vientos que caen de Noruega
te habían susurrado la adusta libertad

Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,
en tu mente traspuesta metió voces extrañas;
y es que tu corazón escuchaba el lamento
de la Naturaleza ––son de árboles y noches.
Y es que la voz del mar, como inmenso jadeo
rompió tu corazón manso y tierno de niña;
y es que un día de abril, un bello infante pálido,
un loco miserioso, a tus pies se sentó.
Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca! .
Te fundías en él como nieve en el fuego;
tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.
–Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul .
Y el poeta nos dice que en la noche estrellada
vienes a recoger las flores que cortaste ,
y que ha visto en el agua, recostada en sus velos,
a la cándida Ofelia flotar, como un gran lis.
Tuvo que venir Ibáñez a cambiar para siempre la imagen mental que hasta entonces todo el mundo tenía de Ofelia...

miércoles, 15 de agosto de 2007
Alberto Caeiro

Ahí va un poema de Alberto Caeiro, uno de los heterónimos de Pessoa . Se trata de un hombre sin estudios, nacido en Lisboa, campesino y huérfano, cuya máxima era no darle demasiadas vueltas a las cosas, no pensar demasiado y existir plenamente. Su filosofía podría resumirse en "Hay suficiente metafísica en no pensar en nada".
No siempre soy igual en lo que digo y escribo.
Cambio, pero no cambio mucho.
El color de las flores no es el mismo al sol
que cuando pasa una nube
o cuando entra la noche
y las flores son color de sombra.
Mas quien mira bien ve que son las mismas flores.
Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo,
fíjense bien en mí:
si estaba vuelto a la derecha,
me he vuelto ahora ala izquierda,
pero siempre soy yo, teniéndome en los mismos pies.
El mismo siempre,gracias al cielo y a la tierra
y a mis ojos y a mis oídos atentos
y a mi clara simplicidad de alma...
sábado, 16 de junio de 2007
Y la muerte no tendrá señorío, de Dylan Thomas

Como al señor Zimmerman le han dado el Príncipe de Asturias por ser el faro de una generación (¿cuándo se lo darán a Rocco por ser el falo de otra?), pues un poema de Dylan Thomas...
" Y la muerte no tendrá señorío.
Desnudos los muertos se habrán confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el amor;
y la muerte no tendrá señorío.
Y la muerte no tendrá señorío.
Bajo las ondulaciones del mar
los que yacen tendidos no moriran aterrados;
retorciéndose en el potro cuando los nervios ceden,
amarrados a una rueda, aún no se romperán;
la fe en sus manos se partirá en dos,
y los penetrarán los daños unicornes;
rotos todos los cabos ya no crujirán más;
y la muerte no tendrá señorío.
Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
las cabezas de los cadaveres martillearan margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío. "
sábado, 19 de mayo de 2007
Un poema para mi sobrino

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espítitu y tu cuerpo.
A Lestrigones y a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de los sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Kavafis.
lunes, 14 de mayo de 2007
Las batallas perdidas...
No sólo ejecuto marchas para las seguras victorias,
ejecuto marchas para los vencidos y los muertos.
¿Has oído que está bien ganar la batalla?
Yo afirmo que perderla está bien, las batallas se
pierden con el mismo coraje con que se ganan...
Yo doblo y redoblo para los muertos,
Suenan mis clarines por ellos con el regocijo mayor
de que soy capaz.
¡Vivas a los vencidos,
Y a aquellos cuyas naves de guerra se hundieron en el mar,
Y a aquellos que se hundieron en el mar,
Y a todos los generales que han sido derrotados, y a
todos los héroes vencidos,
Y a los innumerables héroes desconocidos, iguales a
los más famosos!
W.W.
martes, 8 de mayo de 2007
Los charlatanes, de Bukowski

Éste poema me hizo recordar cierta cena en Ferrol, seguro que Jose se acuerda...del elemento.
el muchacho me cruza el alma con
pies enfangados
habla de recitales, virtuosos, directores de orquesta,
las novelas menos conocidas de Dostoievski;
habla de cómo corrigió a una camarera,
una mozas que no tenía idea de que la vinagreta
se compone de tal y cual;
parlotea sobre el Arte hasta que me hace
aborrecer el Arte,
y no hay nada más cabal
que regresar a un bar o al
hipódromo y verlos correr,
ver pasar las cosas sin tanto
clamoreo y cháchara,
charla, charla, charla,
la boquita que no para, los ojos venga a parpadear,
un muchacho, un crío, enfermo de tanto Arte,
aferrado a él como al delantal de una madre,
y me pregunto cuántas decenas de miles
como él hay en toda la tierra
en noches de lluvia
en mañanas soleadas
en tardes que deberían ser de paz
en auditorios
en cafés
en recitales de poesía venga
hablar , ensuciar, discutir.
es como cuando un cerdo se acuesta
con una buena mujer
y tú dejas
de desearla.
jueves, 3 de mayo de 2007
"Si consideramos", de Bukowski.

motores que nos vuelven locos,
amantes que acaban odiándose,
ese pescado que en el mercado
mira fijamente hacia atrás adentrándose en nuestras
mentes,
flores podridas, moscas atrapadas en telarañas,
motines, rugidos de leones enjaulados,
payasos enamorados de billetes,
naciones que trasladan a la gente como peones de
ajedrez,
ladrones a la luz del día con maravillosas
esposas y vinos por la noche,
las cárceles atestadas,
el tópico de los parados,
hierba moribunda, fuegos insignificantes,
hombres suficientemente viejos como para amar la
tumba.
Estas y otras cosas
demuestran que la vida gira sobre un eje podrido.
Pero nos han dejado un poco de música
y un póster clavado en el rincón
un vaso de whisky, una corbata azul
un delgado volumen de poemas de Rimbaud,
un caballo que corre como si el diablo le estuviera
retorciendo la cola
sobre la hierba azul y el griterío
y después, de nuevo, el amor
como un coche que dobla la esquina
puntual,
la ciudad a la espera
el vino y las flores
el agua corriendo a través del lago
y verano e invierno y verano y verano
y de nuevo invierno.
miércoles, 2 de mayo de 2007
"Anciano", de Kavafis
En el interior de un ruidoso café
un anciano se apoya sobre un velador;
un periódico ante él, iluminado por la soledad.
Y en el desprecio de su miserable vejez
piensa qué poco gozó de los años
cuando tuvo vigor, y elocuencia, y belleza.
Ha envejecido tanto; lo siente, lo ve.
El tiempo de su juventud, como si hubiera sido ayer,
pasó. Qué velozmente, qué velozmente.
Medita en cómo ahora se ríe de él la Sabiduría;
y cómo fió siempre -¡qué locura!-
de esa embustera que le decía: "Mañana. Tienes mucho tiempo".
Recuerda impulsos que contuvo; y el sacrificio
de su felicidad. De su insensata prudencia
se burla hoy cada ocasión perdida.
...Hasta que de tanto evocar el pasado
se adormece. Hundido
sobre el velador solitario.
martes, 1 de mayo de 2007
Seguimos con Chinaski

mi bestia llega por la tarde
me muerde las entrañas
me acaricia la cabeza
gruñe
escupe parte de mí.
mi bestia llega por la tarde
mientras otros hacen fotos
mientras otros van de merienda
mi bestia llega por la tarde
a través del sucio suelo de la cocina
con mirada lasciva.
mientras otros tienen empleos
que les impiden pensar
mi bestia me permite pensar
en ella,
en cementerios de locura y miedo
y en flores rancias y decadencia
y en el hedor del brío apagado.
mi bestia no me deja en paz
llega por las tardes
me muerde y me araña
y le digo
doblado de dolor, cogiéndome el vientre con las manos,
joder, ¿cómo les voy a a explicar tu presencia a
ellos? creen que soy un cobarde
pero los cobardes son ellos porque se niegan a
sentir, su valor es el de los
caracoles.
mi bestia no está interesada en mi desdichada
teoría: rasga, mastica, escupe
otro trozo de
mí.
salgo por la puerta y me sigue
calle abajo.
nos cruzamos con las hermosas colegialas risueñas
las camionetas de la panadería
y el sol se abre y se cierra como una ostra
engullendo a mi bestia un instante
mientras cruzo un semáforo en verde
con la pretensión de haber escapado,
con la pretensión de que necesito una barra de pan o
un periódico,
con la pretensión de que la bestia se ha ido de una vez por todas
y de que las partes de mí desgajadas
siguen ahí
bajo una camiseta azul y unos pantalones verdes
a medida que todas las caras se tornan muros
y todos los muros se tornan imposibles.
El dia del trabajo

Para conmemorarlo, una poesía de Bukowski, de su libro "Blue beads and bones" (Cuentas de vidrio azules y huesos"), en la que expone claramente su postura sobre esta obligada función del ser humano.
Mi padre y el holgazán
mi padre creía en el trabajo.
se enorgullecía de tener un
empleo.
a veces no tenía
trabajo y estaba muy
avergonzado.
estaba tan avergonzado que
salía de casa por la mañana
y luego regresaba por la tarde
para que los vecinos no se
enteraran.
a mí,
me caía bien el vecino de al lado:
se repantingaba en un sillón en
el jardín de atrás ylanzaba dardos
contra unos círculos que había pintado
en la pared del garaje.
en Los Ángeles en 1930
era dueño de una sabiduría que a
Goethe, Hegel, Kierkegaard,
Nietzsche, Freud,
Jaspers, Heidegger y
Toynbee les resultaría difícil
desmentir.
martes, 6 de marzo de 2007
Más poesía de Joel Varela.
Las casas se iluminan por la sangre
llena de luz de un día que amanece,
y están los cuerpos de los hombres muertos,
y están en el camino, igual que siempre.
Sus pobres cuerpos yacen destrozados
bajo un sol que los quema y que los muerde,
vestidos de balazos en la vida,
desnudos de sus almas en la muerte.
Cúbrelos con tu sábana de blanco
y fíjate en sus ojos cómo duermen...
Su rostro es negro como el de los cuervos;
no los muevas, por Dios, no los despiertes.
Uno ha perdido una pierna, otro el brazo,
y a ese es cosa difícil conocerle;
llévatelos de las calles marrones
y dales sepultura en tierra verde.
La intensa palidez de los verdugos
vomitando codicia se nos viene,
suda la sangre de los que ha matado,
se acerca poco a poco, lentamente.
Una mina perdida los explota
y confunde sus sesos y sus sienes;
muertos están como la noche muerta
en la oscuridad que el sendero vierte.
Se oye a lo lejos el rumor guerrero
y el disparar de miles de valientes;
luchan por poder ver su paraíso
y sólo lo que ven es cómo mueren.
El piar de los pájaros ha callado,
sepultado por lenguas que nos mienten,
encubierto por fuegos y por bombas
de los soldados que su patria sienten.
Sudan la sangre en sus azules ojos
y derraman el llanto por su frente;
ríen, beben, maltratan y asesinan,
y en cada esquina los mira la muerte.