miércoles, 2 de mayo de 2007

"Anciano", de Kavafis



En el interior de un ruidoso café
un anciano se apoya sobre un velador;
un periódico ante él, iluminado por la soledad.

Y en el desprecio de su miserable vejez
piensa qué poco gozó de los años
cuando tuvo vigor, y elocuencia, y belleza.

Ha envejecido tanto; lo siente, lo ve.
El tiempo de su juventud, como si hubiera sido ayer,
pasó. Qué velozmente, qué velozmente.

Medita en cómo ahora se ríe de él la Sabiduría;
y cómo fió siempre -¡qué locura!-
de esa embustera que le decía: "Mañana. Tienes mucho tiempo".

Recuerda impulsos que contuvo; y el sacrificio
de su felicidad. De su insensata prudencia
se burla hoy cada ocasión perdida.

...Hasta que de tanto evocar el pasado
se adormece. Hundido
sobre el velador solitario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y contemplando las suaves plumas
del cuervo,
que entre los pinos aletea,
contemplo , muy a pesar mio,
que sigue mi corazón hundido....

Y con l ardor de su purpúrea mirada
un escalofrio de arriba a abajo
me recorre y me recuerda a la
hondonada, en la que, presa,
MI ALMA CORRE

CORRE Y COOOOOORRE, Y COMO ES UNA HONDONADA, PUES NADA, SE QUEDA AHI CORRIENDO, Y DE ELLO MI DOLOR.

ANIMO DRAGOMIRA********

Anónimo dijo...

zzzzzzzzzzz

Anónimo dijo...

Pues no sea usted más "burro", CAZURRO