martes, 1 de julio de 2008

Dias de prisa...


Bueno, bueno, buenos días a todos...¿hay alguién por ahí? Espero que sí, hace tiempo que no escribo nada por aquí y ésto no puede ser...ando a mil por hora, y no sólo porque tenga muchas cosas que hacer (sí, a veces, trabajo, lo malo es que viene todo junto, y lo peor es que hace meses que todos los días viene todo junto, pero bueno, qué se le va a hacer, ya vendrán vacaciones...), sino sobre todo porque he llegado a la conclusión de que yo solito me sobro y me basto para complicarme la vida hasta límites extraordinarios. Ayer, por ejemplo...
Prisa loca, prisa feroz, tengo que estar hace media hora en un lugar para descargar algunas cosillas de una furgoneta...salgo de casa raudo y veloz, cual centella aprieto el botón que me descenderá a nivel de calle. Me miro al espejo. Llego tarde. Mierda. Cojo las llaves de la furgo en la mano para una vez que salga del portal, meterlas lo antes que pueda en el burato de la puerta, abrirla, y poner en marcha el poderoso vehículo a motor...casi podría lanzarlas desde lejos, al estilo Michael Jackson en Smooth Criminal, con la moneda de la máquina de discos...Llego al bajo. Abro la puerta. Manos de hígado. Sudor en las palmas. Se me caen las llaves. Encesto cual Paul Gasol en la rendija de la puerta. Veo en cámara lenta cómo el llavero se escurre hasta las profundidades insondables, hacia la nada más absoluta, hacia los abismos del acabose. Miro a la oscuridad. Me río. Qué coño voy a hacer. Puto desastre.