LA CANCIÓN DE LA TREPANACIÓN, de Alfred Jarry
Yo fuí durante mucho tiempo obrero ebanista,
en la calle del Campo de Marzo, de la parroquia de Todos los Santos.
Mi esposa ejercía la profesión de modista,
y no nos faltaba nada.
Cuando el domingo se anunciaba sin nubes,
exhibíamos nuestra mejor indumentaria
e íbamos a ver la trepanación
Calle del Escaldado, a pasar un buen rato.
Mirad, mirad, como rueda la máquina
mirad, mirad, como salta el cerebro,
mirad, mirad, como tiemblan los Rentistas;
¡Hurra, cuernos-al-culo, viva el Padre Ubu!
Nuestros dos queridos mocosos, embadurnados de mermelada,
enarbolando con alegría muñecos de papel,
con nosotros se instalaban en lo alto del coche
y corríamos alegremente hacia el Escaldado.
La muchedumbre se precipita sobre la barrera,
dando con los codos para llegar a primera fila;
yo me ponía siempre sobre un montón de piedras
para no ensuciar mis botas con la sangre.
Pronto mi mujer y yo estuvimos todos blancos de sesos
los mocosos los manducan y todos pataleamos
al ver al Descolorido que enarbola su pupila
y las heridas y los números de plomo.
Yo fuí durante mucho tiempo obrero ebanista,
en la calle del Campo de Marzo, de la parroquia de Todos los Santos.
Mi esposa ejercía la profesión de modista,
y no nos faltaba nada.
Cuando el domingo se anunciaba sin nubes,
exhibíamos nuestra mejor indumentaria
e íbamos a ver la trepanación
Calle del Escaldado, a pasar un buen rato.
Mirad, mirad, como rueda la máquina
mirad, mirad, como salta el cerebro,
mirad, mirad, como tiemblan los Rentistas;
¡Hurra, cuernos-al-culo, viva el Padre Ubu!
Nuestros dos queridos mocosos, embadurnados de mermelada,
enarbolando con alegría muñecos de papel,
con nosotros se instalaban en lo alto del coche
y corríamos alegremente hacia el Escaldado.
La muchedumbre se precipita sobre la barrera,
dando con los codos para llegar a primera fila;
yo me ponía siempre sobre un montón de piedras
para no ensuciar mis botas con la sangre.
Pronto mi mujer y yo estuvimos todos blancos de sesos
los mocosos los manducan y todos pataleamos
al ver al Descolorido que enarbola su pupila
y las heridas y los números de plomo.
De pronto descubro en el rincón cerca de la máquina,
la jeta de un bonzo que sólo me suena a medias.
Viejo, me digo, yo reconozco tu facha,
Tú me has robado, no seré yo quién te compadecerá.
la jeta de un bonzo que sólo me suena a medias.
Viejo, me digo, yo reconozco tu facha,
Tú me has robado, no seré yo quién te compadecerá.
De pronto me siento tirar de la manga por mi esposa;
especie de imbécil, me dice, he aquí el momento de hacerte ver:
Suéltale por los morros un buen paquete de boñiga,
he ahí al Descolorido que tiene justamente la espalda vuelta.
Al oír este razonamiento soberbio,
cojo de golpe mi valor con ambas manos:
Suelto al Rentista una mierda gigantesca
que se desparrama sobre la nariz del Descolorido.
cojo de golpe mi valor con ambas manos:
Suelto al Rentista una mierda gigantesca
que se desparrama sobre la nariz del Descolorido.
Pronto me veo lanzado por encima de la barrera,
por la multitud enfurecida me veo empujado
y me precipitan con la cabeza por delante
al gran agujero negro de donde nunca se vuelve.
Esto es lo que pasa por ir a pasear el domingo
por la Calle del Escaldado para ver decapitar,
caminar al Coge-Puerco o bien al Desgarbado-Comanche,
se sale vivo y se regresa fiambre.
por la multitud enfurecida me veo empujado
y me precipitan con la cabeza por delante
al gran agujero negro de donde nunca se vuelve.
Esto es lo que pasa por ir a pasear el domingo
por la Calle del Escaldado para ver decapitar,
caminar al Coge-Puerco o bien al Desgarbado-Comanche,
se sale vivo y se regresa fiambre.
2 comentarios:
merdra!!!! viva viva!!! recoiros e santos morcegos, temos tanto que aprender da patafísica!!!!
Nos vemos en Polooonia...
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