jueves, 4 de octubre de 2007

Klimt, de Raoul Ruiz


Ayer a la noche, despué de la siesta de tres horas y media que me había metido entre pecho y espalda, tenía claro que no lo iba a tener fácil para conciliar el sueño, por lo que a eso de la una decidí ponerme una peli de las que había bajado hace tiempo, en la gloriosa época de estrenosdivx.com, justo antes de que las autoridades la cerraran para desconsuelo de un servidor. Pues bien, tras echar un vistazo en el maletín de dvd´s, me decidí por este biopic del genial pintor vienés, de un tiempo a esta parte convertido en uno de los artistas de los que más láminas se venden, no hay más que echar un vistazo en páginas como allposters.com (la mejor, hay de todo, señores, de todo). Recuerdo que en mis tiempos de estudiante era, junto a Munch y los prerrafalistas varios, uno de los pintores que más me gustaba, por esa mezcla de decadentismo decimonónico y de religiosidad bizantina, que permite tratar al cuerpo de la mujer como si de una divinidad pagana se tratase.
El caso es que bueno, la película está protagonizada por John Malkovich en el papel de Klimt, y ahí se acaba lo bueno. Es mala, pero mala con avaricia, mala con ganas, con saña y ni aún queriéndola hacer mala a propósito le habría salido tan mala. Una vez acabada uno no sabe si le han tomado el pelo o si el director es tonto de remate o nos hace querer parecer tontos a los pobres espectadores. La trama está basada en flashbacks, suponemos que son los pensamientos que el moribundo pintor tiene en sus últimos momentos de vida, mientras se haya postrado en una especie de cama/bañera tras sufrir una apoplejía que lo deja paralítico de medio lado a lo que se suma una gripe que acabará con su vida. Pero bueno, el caso es que todo pasa ante nosotros sin que nos importe una mierda la vida de este hombre, que es lo que se supone que nos ha atraído para ver esta basura fílmica. lo vemos atormentado, persiguiendo a una mujer ideal de la que se enamora perdidamente, pero que vamos, que nos la trae floja lo que le pase, y eso que es John Malkovich, si llega a ser otro ni te cuento. Aparecen por ahí también Meliès (el del viaje a la Luna), y Egon Schiele, encarnado por el hijo de Klaus Kinski, Nikolai Kinski, que parece sacado de una peli de Tim Burton, no pegando nada con el resto de actores, estando absolutamente disparado en su interpretación, digno hijo de su padre, pero sin la mirada de loco perturbado que tenía aquel.

No sé, creo que la vida de este tipo merecía bastante más que lo que Raoul Ruiz ha malparido en esta ocasión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que no as entendido la pelicula, te hacen un resumen de su vida a traves de un sueño, te introduce en la cabeza del artista...tienes poca sensivilidad para el arte....

Dragomira dijo...

Y tú para la ortografía, es evidente...