Graciosísimo, oigan, graciosísimo el espectáculo que Yllana ha traído este año a la MITEU. Componen la nómina cuatro músicos en estado anfetamínico, uno de ellos el conocido por los entendidos de esto de la música clásica Ara Malikian, un violanista libanés con pelazo estilo Slash, pero sin chistera incrustada. El auditorio estaba bastante lleno,aunque quedaron sitios libres, una pena, sobre todo teniendo en cuenta que la entrada costaba cinco míseros leuros. País. El espectáculo está construído a base de esqueches, unos más conseguidos que otros, unos con más gracia que otros, pero en general muy bien resueltos. Para un desconocedor absoluto de la materia musical como soy yo, pues me ha parecido como estar en el Conciertazo (el programa éste del profe de música espigado con gafas, que tanto me recuerda a los profesores de Salesianos), pero para mayores. ¡Venga,chicos, la música clásica no tiene por qué ser aburrida!. Pero el caso es que aquí funcionaba (lo del programa me lo reservo, pero creo que daría para un comentario bastante largo), y el final rockero con las luces y posturitas dignas de Spinal Tap es muy agradecido, sobre todo porque durante todo el espectáculo a mi me daba la sensación de que a los tíos es eso lo que les apetecía, ser estrellas del rock, y no oscuros violinistas perdidos en un mar de cuerdas y pentagramas amarillentos.
5 comentarios:
Gracias por invitarme :-D
moitas gracas pos teus comentarios da miteu xa que non se pode estar por hai polo menos disfrutla algo
Un placer.
Xa cotaredes como é o balance final, como a vichedes en xeral, a verdade e que da envidia ...
Me ha parecido fabuloso. He ido a verlo al Romea en Barcelona.
El concierto va mejorando a medida que avanza, con una final explosivo: "la Primavera" de Vivaldi.
Acabó con una ovación larguísima y medio teatro puesto en pie.
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