jueves, 15 de marzo de 2007

Robert E. Howard, el vaquero lovecraftiano


Después del tocho de Goethe, y para desintoxicarme de tanta elevación espiritual, que no puede ser buena, me he leído el último libro que me ha regalado SFM, "La piedra negra", de Robert E. Howard, publicado en la nunca suficientemente aclamada editorial Valdemar. Todo un descubrimiento, este Howard. Nacido en una pequeña y polvorienta -me imagino-, localidad de Texas en 1906, se ve que a este muchacho lo de pasarse la vida cuidando vacas y sacando petróleo de las entrañas de la tierra no le iba, y se propuso ser escritor. No sé qué pensaría su familia de todo ésto, pero creo que toda la juventud un poco friki, rolera o comiquera le debe mucho a esta decisión. Robert E. Howard pasará a la historia, ante todo, por ser el creador de ese personaje arquetípico que es Conan el Cimmerio, conocido por ser poseedor de una labia tal que sólo una persona de la facilidad de palabra como el actual gobernador de California podía encarnar con un mínimo de credibilidad. Pero lo más interesante de este tejano es su contribución al corpus central de los Mitos de Cthulhu, siendo un discípulo muy aventajado de ese señor estirado que odiaba el marisco, Howard Philips Lovecraft (un aplauso para él, por favor). Jamás se conocieron en persona, pero mantuvieron una larga correspondencia, fruto de la cual surgió una admiración mutua que se ve reflejada en el in memoriam que da comienzo al libro, escrito por el Maestro tras el suicidio de Howard, que se voló la tapa de los sesos tras enterarse de que su madre había entrado en coma. Lovecraft moriría sólo un año después, hoy hace justamente 70 años, el15 de Marzo de 1937, de un cáncer intestinal, y no desapareciendo instantáneamente mientras se encontraba en el medio de una enorme multitud, leyenda que circula por ahí pero que no tiene muchos visos de ser real.
Robert con unos amiguetes, de risas

La prosa de Howard es simple, directa y brutal, sus personajes suelen ser hombres extremadamente duros, que habitan un mundo en el cual la violencia suele ser uno de los modos más adecuados para afrontar la existencia diaria. Cosas de nacer y crecer en la América más profunda, ya se sabe. Entre los relatos que integran esta recopilación, los más interesantes son aquellos que más directamente se relacionan con el universo cthulhoniano, teniendo casi todos en común la presencia de esa "Piedra negra", reliquia de tiempos primigenios, que puede aparecer conformando las ruinas de una antigua fortaleza o como reliquia sacrosanta de un culto innombrable. Utiliza en varias ocasiones el recuerdo de personajes actuales, que debido a un golpe, alucinación o capacidad innata, llegan a observarse a sí mismos en anteriores reencarnaciones, lo que le permite utilizar un punto de vista contemporáneo para relatar correrías en ese mundo primitivo y salvaje en el cual los antiguos habitantes pre-adánicos gobernaban la tierra. En este grupo destacan los relatos "El jardín del miedo" y "La piedra negra". También merece la pena destacar "Los gusanos de la tierra", en el que aparece la figura de un caudillo picto, Bran Mak Morn, que da bastante brasa a los romanos, repartiendo hostiejas y tollinas a diestro y siniestro -muy bien descritas las matanzas, si señor-, y que no hace ascos en invocar, para colmar su venganza contra esos locos romanos, a las criaturas subterráneas que dan nombre al relato. En el lado opuesto, relatos como "La sombra de la bestia" o "El corazón del viejo Garfield" no pasan de ser unos muy predecibles relatillos de terror, simples y alejados del ímpetu épico, sangriento y visceral que impregna los anteriores.
Se acabaron las risas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece "El Bola"

Anónimo dijo...

Habeis visto mi Honda oficial????
Decidme donde está........... y tu Vermeulen, deja de reirte ya! Deberias ver que ojos tan rojos tienes... y por cierto, para que llevas siempre esos libritos de papel al Box de Suzuki???
Y por favor,nadie se explica como consigues pilotar la moto con el casco siempre empañado por el humo................