El otro día, dando un repaso a las películas que había metido en el disco duro multimedia que supone mi más reciente adquisición HI-TECH, vi el título traducido (infamemente) de este filme, y recordé que algo había leído de que no estaba del todo mal. Allá me fuí a la guía del cine de terror británico (gracias, revista Quatermass), y vi que la recomendaban encarecidamente. Pues nada, a la faena me puse, y puedo decir que probablemente sea la mejor película de la Hammer que haya visto en mi vida. Nada de dráculas ni Frankesnsteisensens varios. No. Aquí se juega con la maldad más pura, la más destilada, el summum de la maliciosidad. Y no me refiero al que ordenó que mil chinos saltasen a la vez el otro día hacieno Tai Chi en la ceremonia de inauguración de los juegos de Beiging -con el consiguiente riesgo de que la Tierra se saliese de su eje, como nos decían de pequeños-, sino al DEMONIO mismo.
En esta peli más que en ninguna otra se nota que Terence Fisher sabía de lo que hablaba cuando trataba de satanismo, en ella se ven multitud de referencias a cultos magickos (la de Crowley, vamos), y demás zarandajas muy de moda por aquellos maravillosos, ácidos y rancios 60. Y es que no hay que olvidar que la peli es del 68, es decir, del mismo año que "La Semilla del Diablo", comparada con la cual sale bastante mal parada, pero bueno, es que Polanski es Polanski (bueno, más bien ERA, porque de un tiempo a esta parte, casi mejor que se deje de hacer pelis sobre Pedro Botero, porque la del Club Dumas le salió con la misma calidad que una flatulencia resacosa.)
La historia va de un trío de amigotes de los cuales uno de ellos se engancha a una secta satánica, y los otros dos lo intentan salvar. Sencillo. Simple. Efectivo. Chistopher Lee es uno de los amigos que lo salvan (o sea, que hace de bueno, pa variar), y es un enteradillo de lo que es lo paranormal, lo que era difícil en aquella época Pre-Iker (incluso Pre-Del Oso), habilidad que le será de gran utilidad para salvarse de las argucias de la secta en cuestión. Sin duda la mejor escena es en la que los buenos se protegen de las pompas de Satán encerrándose en el medio de un círculo mágico pintado en el suelo. Sólo por esta escena merece la pena verse la peli, y el que seguro que la vió fue Álex de la Iglesia, porque está claro que una de las escenas más lisérgicas del Día de la Bestia es un homenaje a esta.
Pues nada, sin más, a disfrutarla, que pa éso la hizo el señor Fisher. Grande. Mucho.
6 comentarios:
Hammer rules! xD
Ahhhhhhhh, que pintaza más estupendérrima¡¡¡¡ Yo también quiero verla¡¡¡¡ Además Christopher Lee haciendo de malo (¿?)
Un biquiño
Spider of Cydonia
Hammer rulez, of course¡¡¡¡ XDD
Ummmm...no.
Christopher Lee (mucho) hace de BUENO. Juas...
RULES!!!!!!!!!!!!
Me alegro que haga usted propaganda del cine clásico y de los películos sesentones. Fíjese que hasta me ha convencido a mí, que la última vez que vi una producción similar fue cuando acudí con usted a aquellas sesiones gratuitas de CaixaGalicia. Tendré que conseguir el disco y compartir con él el dulce sabor del tedio veraniego.
PD: Cachete le daba yo por seguir acentuando "esto", ¡asesino lingüístico, maltratador pronominal!
Ejem...tiene razón, Sr. Cachi, me flagelo con látigos y corrijo...
Mi ira caerá sobre usted por atreverse a ningunearme, pronomicida profesional. Ahora resulta que como "ésto" le parece demasiado cercano, lo cambia usted a "éso", pensando que quizá andemos tan miopes como usted.
Hágase emo y flagélese todo lo que quiera, pero sus errores lingúísticos sólo tendrían cabida en Telemadrid. Argg... estoy sudando ácido clorhídrico.
Es usted despreciable, señor Drag... ¿o debería llamarle Sánchez-Dragó(mira)?
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