miércoles, 7 de noviembre de 2007

IL SILENZO, de Pippo del Bono

Pues bien, allí estaba yo, en pleno Festival de Otoño en los Madriles, llegando al Centro Cultural de la Villa a toda prisa (pasé más de una hora dando vueltas para encontrar el hotel), sudando como un cerdo debido a la carrera por los metros para ver el espectáculo de este personajillo, Pippo del Bono. La primera impresión fue impresionante. Las butacas de este lugar, construído en una especie de sótano de una plaza, al lado de la Biblioteca Nacional, son todas ellas sillones de cuero comodísimos que ya los quisiera yo para mi casa si no fuera porque mis compañeros de piso los desgraciarían a las primeras de cambio con sus uñas lobéznicas.
El espectáculo comenzó bien, pero ya se veía que la cosa iba a ser raruna, vanguardista y como transcendental de cojones. Atronó mis oídos una especie de sonido THX que yo en mi vida había escuchado en un teatro, un ruído como de terremoto que acojonaba un rato...(algún día haré un post contando mis experiencias sísmicas, lo prometo), para dar paso al "Shine on you crazy diamond" de los Pink Floyds, mientras unos hombres trazaban líneas con unos grandes rastrillos en el escenario, que estaba cubiero de arena (y era un pedazo escenario de la Virgen, lo juro, allí había más arena que en algunas playas del litoral mediterráneo). La cosa comenzó a empeorar cuando salió un tipo con un micro que leía un folio, diciendo de que iba a ir el asunto. En una ciudad siciliana hubo un terremoto en el año 1968, que provocó grandes catástrofes entre la población. Pues bien, el silencio del que habla el título no es otro que el que se sumió sobre el pueblo después del asunto telúrico. Tras este punto de partida, el director pone en escena una serie de sketches, que realmente no logran en ningún momento emocionar ni siquiera decir demasiado a un público que empezaba a despejar del teatro cosa mala. Días después me enteré, leyendo el PDF de la obra, que el director trabaja con actores sacados del psiquiátrico italiano de Averes. Este dato me hizo replantear ciertas cosas, con respecto al modo en que actuaban, que me parecía demasiado raro hasta para no ser profesionales. Con este dato la cosa cambia, pero de todos modos, el espectáculo,para mi gusto, no funcionaba, a causa de una dirección absolutamente ególatra. De hecho, el propio director salía de vez en cuando, armado de una linterna que no alumbraba una mierda, y con un micro de oreja por el que se desgañitaba berrando como un animal y taladrando los tímpanos de los sufridos espectadores (me sentía como los del Un, Dos, Tres). He de decir que los textos utilizados no estaban nada mal, todo lo contrario, sobre todo me gustó uno escrito por el propio Beethoven hablando de su sordera. Pero no llega con los textos...Se agradeció la presencia entre las filas de actores (unos 30, no exagero, eran una tropa de carallo) de un pequeño hombrecillo (de más o menos 1,20m), sordo total, que había pasado casi toda su vida en un psiquiátrico y que ahora formaba parte de la troupe. La escena final, con él llevando de la mano a una mujer a través de un pasillo formado por lucecillas de fiesta en el suelo, fue una imagen bonita, que bueno...se supone que en este Festival viene lo mejor de Europa...bufff. No mooooola. Y la entrada costó 18 ECUS...
La bonita escena

5 comentarios:

Petrosky dijo...

¿Quién es el loco?, ¿el que estaba en el escenario? Noooooo... El que pagó 18 leiros por ver una terapia de grupo basada en el teatro. Por lo menos la gente podía no irse ya que no creo que sea bueno para la autoestima de los integrantes del grupo y ya de hacer una obra de caridad pagando la entrada por lo menos acabarla.

Anónimo dijo...

Ya te digo. Si no son profesionales que no cobren como si lo fueran...a no ser , claro , que toda la pasta vaya para el dire...

SpiderfromMars dijo...

jajajjajajjajajaj

Eso te pasa por irte a Madrid pretendiendo ser lo que no eres: un cultureta. :-P

Asúmelo Dragomira, eres un freak y la verdadera naturaleza que nos sale a la mayoría de los que visitamos Madrid es la de Paco Martínez Soria. ¿Que quiero decir con esto? Que seguramente hubieses sido mucho más feliz yendo a ver un musical casposillo o simplemente sacándote los mocos en un parque y comparándolo con nuestro ou, es decir: Este parque es 4 veces el de San Lázaro, esto se parece a X de Ourense, en Ourense esto es millones de veces mejor (o peor), ya me entiendes, las cosas que le dan sentido a la vida.
Al final, por tanto snobismo te han tongao 18 euros. Muestra tu verdadera cara, conio¡¡¡ que ya sabemos que no es la del cursi "Mi libro en la mesilla y tal"

Bikos
Spider

p.d: Siento haberte desenmascarado. XDDDD

Dragomira dijo...

Joper, mira que la tenéis con lo del libro en la mesilla...por ejemplo, ahora, uno de la friki de la Pliar Pedraza y una novela juvenil...ya me dirás tú lo cultureta que es.
En cuanto a lo de Paco Martínez Soria, ¿cómo no acordarse de él viendo la Cibeles?...de todos modos, en cuanto a lo de comparaciones...he de decir que, junto a mi padre, eres la persona que más comparaciones lanza por minuto al llegar a una ciudad...admirable es, por cierto, tal capacidad. Por cierto, y hablando de culturetas...¿quién es la que ha escrito un comentario anunciado a bombo y platillo que estaba leyendo el "Diccionario Filosófico " de Voltaire???...juas juas...

A pesar de que lo ponga encima y en azul, vuelvo a firmar como Spider.

Dragomira

Dragomira dijo...

Me reivindico como freas, de todos modos. Y por muchos años.