miércoles, 31 de octubre de 2012

Truco o trato...

Esta noche me ha pasado algo que creo que hace unos años (muy pocos) sería absolutamente increíble. Llegaba a casa y un grupo de niños ataviados con disfraces de bruja y con la cara pintada salían del portal con bolsas de caramelos, al grito de "truco o trato". Y entonces es cuando uno se siente Mister Scrooge maldiciendo y poniéndose uno hostil con esta costumbre que se me antoja artificial y ajena. Y no es que me siente bien ponerme en este plan, pero es que sé que en unos años esto será la tónica habitual de esta noche. Una vulgar imitación de las películas americanas. Y antes que  el paso de los tiempos haga olvidar que hace años la gente no se disfrazaba de película de Tim Burton, quiero dejar por escrito que no siempre fue así.  Porque esta noche, que tanta tradición tiene en Galicia con respecto al culto a los muertos, se convierte por obra y gracia de una aculturación a la brava en una vulgar simulación de un carnaval temático, como de PortAventura, en el cual los padres y las madres se disfrazan de brujos, brujas o zombies y pasean por ahí sin otra cosa que hacer que pedir caramelos. Estoy hablando de frivolizar absolutamente una tradición, nuestra tradición de, por ejemplo, poner comida en las mesas a la noche para que los difuntos disfrutaran de una buena paparota esta noche (algo que hacía mi abuela, por ejemplo). Supongo que habrá otras muchas tradiciones, si tener que acogernos a una vulgar copia de lo que vemos en la tele. Y la culpa de esto no la tienen otros que los que se inventaron la tradición del Samaín, que en mi opinión no es otra cosa que llamarle de otra manera a lo que todo dios conoce como Halloween, pero ocultando el término. Porque supongo que a muchos decir que celebran "Halloween" les parecería como mucho extraño y claramente yanki (ya sé que el origen es Irlandés, pero bueno, no nos llega de allí, sino de las películas americanas, estoy seguro), pero decir que celebran el "Samaín", pues hasta les parecerá un asunto súper de aquí, retorciendo la realidad hasta el punto de hacer pasar por la recuperación de una tradición lo que es simplemente aculturación. 
Y lo peor es que acabo de buscar "no a halloween" en internet y veo que todo lo que me sale es de grupos ultracatólicos. Y entonces es cuando me dan ganas de reivindicar esta noche. Porque se ve que criticar al Halloween lo hace sobre todo la gente súper españolista y así como muy de derechas. Y es entonces cuando, a falta de aliados, me pregunto hasta qué punto tiene importancia todo esto. Y me decido a salir de noche, para celebrar algo.  No sé lo qué. La incongruencia, al menos. Que no es poco. 

1 comentario:

Diancecht dijo...

Ni que hicieran falta grandes razones para ir a celebrar ...