sábado, 2 de febrero de 2008

Noche en Malasaña


Bueno, bueno, pues aquí estamos zapateados en casa de Lancelote, a punto de pillar el avión para Dublín y un tanto cansados por la salida nocturna por Malasaña, que mucha fama y mucha vaina, pero los bares cierran prácticamente a las tres y media (y hay tanta policía por las calles que no hay uno que se atreva a saltarse los horarios),y los que abren un poco más tienen unas colas de la virgen. La verdad es que pensándolo bien hay que ser cenutrio para esperar, por ejemplo, media hora o cuarenta minutos a la intemperie para entrar en un bar. Porque los que tienen colas en ese barrio no se piensen que son Macrodiscotecas o Salas de fiestas estilo Daiamont(e). No. Son bares, simples bares en los que ponen música más o menos decente (pero nada especial, no se crean), copas a ocho euros y cervezas a cuatro, masificados y a los que aún por encima, pues éso, has de esperar como para la consulta de la Seguridad Social. Al final acabamos abandonando esa mítica zona (supongo que sería mítica en sus tiempos, y estará un poco de capa caída), para dirigir nuestros pasos a la zona de Gran Vía, en donde nos metimos en el según parece local propiedad de Alaska, el Morocco. Diez eurazos de entrada, mas un euro y medio por el ropero. El ambiente, pues como de revival ochentero total, con algunas versiones destacables de clásicos españoles...Cuando salimos de allí, con los bolsillos vacíos y la cabeza cargada, nos metimos en el metro y rumbo a Coslada. Después de casi una hora de viaje, nos pudimos meter en cama no sin antes dar cuenta de la nevera (muy bien surtida) de Lancelote -que por cierto, hoy nos ha hecho una paella de las que solo parecen saber hacer las madres-.
Por cierto, la primera etapa del viaje transcurrió sin incidentes, con parada en Mota del Marqués, en el mítico Ruy-Wamba (no se confundan, es un simple bar), y cogida al revés de la M-40, con lo cual tuvimos que dar la vuelta a todo Madrid...después nos enteramos de que había algunos lugares en los que se podía cambiar el sentido..
Bueno, bueno, pues allá vamos...Baile Àtha Cliath!

6 comentarios:

Petrosky dijo...

Si es que no se os puede dejar salir de casa, seguro que pedisteis una estrella (recuerdo una anécdota de Lancelote en Logroño...).
Bueno pasaroslo bien que aquí me quedo yo levantando el país.
Unha aperta para Chiyo.

P.D. Espero que tumbéis a los irlandeses bebiendo, que hay que dejar bien alto el pabellón etílico galaico.

Anónimo dijo...

Pues yo no me acuerdo de la anecdota. De que iba?

Petrosky dijo...

Paramos a echar gasolina en Logroño y pediste una Estrella Galicia en el bar, camino de Pamplona.

Diancecht dijo...

Pues como tiene que ser. Un italiano pide aquí pasta y nadie le dice nada. ¡Estrella Galicia patrimonio de la humanidad ya!

Anónimo dijo...

SIGO SIN ACORDARME

Anónimo dijo...

SIGO SIN ACORDARME