miércoles, 13 de febrero de 2008
"No es país para viejos", de los hermanos Cohen
Cuando acabé de ver esta peli, lo primero que pensé fue...¿cómo es posible que se le esté dando tanto bombo a la interpretación de Javier Bardem, cuando es prácticamente un calco de la de Arnold Swarzennegger en Terminator? Supongo que los críticos verán enooooormes diferencias, pero para mí, la única es el corte de pelo, ya que cambia el pelo cepillo por una especie de homenaje a los buenos tiempos del Fary. Hay un momento en el que coge el teléfono de su última víctima, y parece que se va a poner a imitar su voz, estilo T-1000. Que no digo que esté mal, oigan, para nada, si a mi Chuache me encanta, y Bardem está muy bien, pero vamos, que si se lleva él el Oscar, que se lo den a todos los carapalo que ha parido madre.
Por lo demás, y sin que sirva de precedente, diré que la peli está muy bien, o al menos, está bien. El ambiente texano y sudoroso está muy conseguido, y la tensión no para de aumentar en todo momento (bueno, miento, los últimos veinte minutos para bastante, pero aún así funciona bien hasta el final), los toques de humor cohenianos son muy graciosos (como ver a Woody Harrelson con las flores en la mano, a pie de la cama del prota), y hay sangre a cascoporro. Tiene toques de Fargo, en lo que es uno de los mejores personajes, el compañero joven de Tommy Lee Jones, un policía novato que no hace más que decir lugares comunes y obviedades en todo momento.
La mejor escena, la del dependiente (ése sí merecía un Oscar) con Javier Bardem, momento monedita de la suerte...buff, se ponen de corbata, porque sabes que el Bardem no tiene piedad, ni compasión, ni amabilidad, ni humanidad, ni un buen cirujano rinoplástico.
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