lunes, 29 de junio de 2009

Cabo Trafalgar, de Arturo Pérez Reverte


He de reconocer que Arturo Pérez Reverte me cae mal. muy mal. Fatal. Me parece un prepotente, un chulo endiosado que se ganó la fama emulando a Eco en versión mainstream y se da unos aires de tío oscuro, cínico y sarcástico que no le quedan nada bien a un tipo que en apariencia parece haber sufrido grandes atropellos por parte de los abusones a la hora de los recreos de su colegio. Pero bueno, todos tenemos derecho a labrarnos nuestra propia personalidad con el paso de los años, y el decidió, un buen día, ser un MACHOTE, aprovechando para ello la experiencia sufrida en Sarajevo, aunque muchos testigos maledicentes afirmen rotundamente que no salía del hotel. Sobre esta oscura faceta de su vida no diré nada, porque seguro que yo haría lo mismo, aunque la verdad, por la forma en la escribe, parece que estaba en plena línea de batalla arrancándole a los enemigos las entrañas con su pluma Inoxcrom (Por Crom).
En cuanto a sus artículos, he de decir que los leo con la misma ansia con la que escucho a Federico J LoSantos o al bueno de Cheddar Vidal, por puro morbo, por ver que existen personas mucho más desgraciadas que yo, por reconcomerme el alma matinando en la memez que puede alcanzar el ser humano. Pero lo leo, eh! No como al gordo del De Prada, ese pupilo maltrecho de Umbral, que últimamente se deja ver en diversos canales de la derecha ultramontana, que da más lástima que el ginecologo de Cristina Schilinchitning, al que me es imposible seguir más allá de su segundo párrafo de sus artículos del semanal . El caso, en fin, es que sus artículos me los leo.
En cuanto a sus libros, afirmo rotundamente que El Club Dumas me parece divertidísimo oiga, una especie de Pendulo de Foucault para secundaria, como de lectura de Bibliobús, pero divertido y con unas ilustraciones mu bonicas. La Piel del Tambor lo he dejado a medias, no me enganchó para nada, y ahí paré con sus novelas normales. Del Capitán Alatriste me leí las dos primeras, más sencillas que el argumento de un cuaderno Rubio pero que bueno, se leían si no había otra cosa cerca, así como pasar el rato porque te ha saltao la línea de internet. Aquí tengo que decir una cosa: a Reverte, que aborrece todas las pelis que se han hecho de sus libros, le ha encantado la del Capitán Alatriste. Toma ya. Anda que valiente hijoputa, como diría él. Hay que tener los cojones bien puestos y toma moreno, nos ha colao todo el palo de mesana por el ojete, así sin vaselina y despacico, para que pique más.
Bueno, ésto último ha sido como intentando imitar su estilo, perdón por la chorrada, pero es que la verdad es que el hombre tiene una forma de decir las cosas que hace que te enganches, el cabrón. Bueno, a partir de ahora seguiré por esta línea, a ver que sale.

Bum Bum Bum hostia va y hostia viene, así, sin esperarlo, llega un día que SolDeInvierno va y me dice, no quieres un libro de aventuras en la mar?, pues leéte el Trafalgar de Reverte. Reverte? No me jodas, a ese tontolaba yo hace tiempo y tiempo que lo tengo superado, vamos hombre, no me jodas la marrana con ese tipo a estas alturas del campeonato. Como navío con todo el viento en la popa y acercándoseme por estribor, me suelta: no seas burro y léetelo, que vas a flipar. Yo que soy bien mandado cuando quiero y puedo, le hago caso, pero sin tenerlas todas conmigo. Empiezo a leerlo. Joder. Engancha. Este hijodesuputisimamadrequelocagó engancha y no te suelta como si te arrecojiera la tripada enroscándotela a una mierda árbol.

Qué agotamiento. bueno, ejercicio de estilo terminado. El caso es que este libro me ha recociliado con él, un relato cruel y despiadado sobre el combate naval que más importancia ha tenido para Inglaterra, dado que quizás gracias a él se evitó una supuesta invasión francesa a su isla -aunque supongo que esta campaña sería un desastre, es más, seguro que le vino bien a Napoleón perder en Trafalgar para después poder vencer en Austerlitz, ya que poseía un mayor número de tropas disponibles-. Bueno, muy recomendable, ritmo trepidante y tensión al máximo, además, no apabulla con el vocabulario técnico naval como lo hacen los de Capitán de Mar y Guerra, que son un coñazo de trinquetes baupreses y palos de mesanas que no hay dios que lo entienda.

Plano del desarrollo de la batalla. Los barcos ingleses cortan la línea francoespañola en dos, y comienza el desastre

Pongo a continuación el principio del libro, para abrir boca. Por cierto, pendiente queda un post sobre comienzos gloriosos de novelas, se admiten contribuciones:

El teniente de navío Louis Quelennec, de la Marina Imperial francesa, está a punto de figurar en los libros de Historia y en este relato, pero no lo sabe. De lo contrario, sus primeras palabras al amanecer el 29 de vendimiario del año XIV, o sea, el 21 de Octubre de 1805, habrían sido otras.
-Hijos de la gran puta.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

"Caía la tarde. Un grupo formado por cinco jinetes adustos y malhumorados cabalgaba por una vereda bordeada de hayas que separaba el condado de Ampurias del de Gerona. De su aspecto se deducía que no eran cazadores avezados, sino un puñado de mercenarios de los que tanto abundaban por aquellos pagos, dispuestos a alquilar su espada a cualquier señor que quisiera recurrir a aquel tipo de tropa para invadir una marca o disputar un predio al conde vecino…"

Petrosky

Dragomira dijo...

De dónde es??

Iskender de Babilonia dijo...

..."cuando se toparon de pleno con el "primus pilus" y el "aquilifer" o portaestandarte de la Legio X Gémina, la legión favorita de Julio César.
Aquellos hombres, no daban crédito a sus ojos y, mientras se afanaban por llenar de pólvora negra las bocas de sus mosquetes, una lluvia de jabalinas y flechas lanzadas por los "vélites" , acabó por ensartar a la mayoría de aquellos desdichados. Y los que lograron huir, fueron abatidos por la espalda por dos "turmae" de caballería expedicionaria Romana.
En lo alto de una colina cercana, Gándalf sonreía complacido...."

Dragomira dijo...

Dios. Qué batiburrillo.

Diancecht dijo...

Pues a mí me mola, sobre todo la columna del suplemento dominical de La Voz de Galicia.

La carta esférica es de aventuras marinas y a mí me gustó, por cierto

El Señor No Puedo dijo...

Si Guy Bannister estaba más a la derecha que Hitler, Pérez Reverte está más a la derecha que Bannister.

Lo de Petrosky es el típico comienzo de una aventura épica, rodeado de dados, lápices, hojas de personaje y libros con lonchas de chorizo entre sus páginas.

El Señor No Puedo dijo...

Espero que Iskender no empiece a barbotear.

No tendría yo que haber escrito ésto, y menos publicarlo.

Dragomira dijo...

"estáis tomando algo en una posada, cuando...."

Lover dijo...

Pues mire usted, si a bien lo tiene, Dragomira: Ya mi abuela materna decía cuando yo era un rapazuelo -tengo en la actualidad 72 años de edad-: <...si la envidia fuera tiña...> Si usted tuviera solo un ápice de la inteligencia, capacidad, soltura y habilidad lingüísticas, experiencias y conocimientos históricos, académicos y otros, de los que tiene Arturo Pérez Reverte y que le han conducido al éxito no solo literario, no sentiría usted esta insana y tiñosa envidia de él ni de su autoría de Alatristes y muchos otros libros, novelas..., admirablemente situados en el contexto histórico de España y del mundo, imbricando habilísimamente en ellos a personajes reales e históricamente inmortales.
Disculpe mi franqueza si le es posible.