En estos tiempos en que recibimos un montón de powerpoints que prácticamente ni leemos en los que aparecen escritas un sinnúmero de tonterías sobre cómo enfrentarse mejor a la vida y ser más felices, en los cuales las bellas palabras se juntan con nocturnos paisajes otoñales, caras de bebés sonrientes y cachorrillos mirándonos con cara de a que soy adorable me llevarías a casa a que sí?, me encontré el otro día con este poema de Kipling que me recordó que todavía podemos leer algo que intente dar un pequeño consejo de cómo vivir, a pesar de que no esté yo de acuerdo con alguna cosa de las que dice, sin caer en la pedorrez de Paulo Conejo y compañía...
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor pierde la suya y por ello te culpan,
si puedes confiar en ti cuando de ti todos dudan,
pero admites también tus dudas; si puedes esperar sin cansarte en la espera,
o ser mentido, no pagues con mentiras,
o ser odiado, no des lugar al odio,
y -aun- no parezcas demasiado bueno, ni demasiado sabio.
Si puedes soñar -y no hacer de los sueños tu maestro,
si puedes pensar - y no hacer de las ideas tu objetivo,
si puedes encontrarte en el Triunfo y el Desastre y tratar de la misma manera a los dos farsantes; si puedes admitir la verdad que has dicho
engañado por bribones que hacen trampas para tontos. O mirar las cosas que en tu vida has puesto, rotas,
y agacharte y reconstruirte con herramientas viejas.
Si puedes arrinconar todas tus victorias
y arriesgarlas por un golpe de suerte
, y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir nada de lo que has perdido;
si puedes forzar tu corazon y nervios y tendones
para jugar tu turno tiempo después de que se hayan gastado.
Y así resisitir cuando no te quede nada
excepto la voluntad que les dice "Resisitid"
Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,
o pasear con reyes y no perder el sentido común,
si los enemigos y los amigos no pueden herirte,
si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;
si puedes llenar el minuto inolvidable
con los sesenta minutos que lo recorren.
Tuya es la Tierra y todo en lo que ella habita,
y -lo que es más-, serás Hombre, hijo.
2 comentarios:
You will be a banker, my son
Si, el tio lo tenía bastante claro...
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