martes, 30 de junio de 2009
Inicios de Novelas
Cuando uno se pone a escribir una novela supongo que cuidará al detalle la primera frase, el inicio de contacto con el lector, como el apretón de manos con alguien a quien nos acaban de presentar. Muchas veces en la biblioteca, o en una librería, al interesarme por un libro, leo su primera frase, y me gustan las que son como un anuncio de publicidad, breves y cargadas de todo el magnetismo que el autor puede llegar a proporcionar. Las hay buenas, las hay rebuscadas, las hay que parecen ser la destilación de cuarenta noches pensando, y las hay que parecen salidas de un momento de brillante lucidez. También las hay malas como el hambre, de esas que piensas que con ese principio poco bueno puede esperarse. Vamos a ver unos cuantos comienzos de novela que parecen haber sido, al menos, recapacitados por el autor...
"Cuando el Señor Bilbo Bolsón de Bolsón Cerrado anunció que muy pronto celebraría su cumpleaños centesimodecimoprimero con una fiesta de especial magnificencia, hubo muchos comentarios y excitación en Hobbiton" Está claro cual es el libro.
"No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente" . El capitán Alatriste, no es el mejor de los libros, pero tiene un bonito comienzo....
"En el siglo XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y abominables de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales" (El perfume)
"Fue entonces cuando vi el Péndulo" (El Pendulo de Foucault)
"Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, como fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso." (El guardián entre el centeno)
"Un gorro de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso" (La conjura de los necios)
"Háblame, Musa, de aquel varón de multiforme ingenio que, después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando larguísimo tiempo, vio las poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y padeció en su ánimo gran número de trabajos en su navegación por el ponto, en cuanto procuraba salvar su vida y la vuelta de sus compañeros a la patria" (La Odisea)
"Todas las familias felices se parecen unas a otras; cada familia desdichada lo es a su manera" (Ana Karenina)
"Pueden ustedes llamarme Ismael" (Moby Dick)
"Una mañana, al despertar de una noche llena de sueños intranquilos, Gregorio Samsa se encontró, en su cama, convertido en un bicho mosntruoso" (La metamorfosis)
"Muchos años después, frente al peloón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo" (Cien años de soledad)
"La heroica ciudad dormía la siesta" (La Regenta)
" En el principio estaba Eru, el Único, que en Arda era llamado Ilúvatar" (El Silmarillon)
"Hace justamente un año que murió papá, en este mismo día, cinco de mayo...el día de tu santo, Irína." (Las tres hermanas)
Se admiten contribuciones....
lunes, 29 de junio de 2009
Cabo Trafalgar, de Arturo Pérez Reverte
He de reconocer que Arturo Pérez Reverte me cae mal. muy mal. Fatal. Me parece un prepotente, un chulo endiosado que se ganó la fama emulando a Eco en versión mainstream y se da unos aires de tío oscuro, cínico y sarcástico que no le quedan nada bien a un tipo que en apariencia parece haber sufrido grandes atropellos por parte de los abusones a la hora de los recreos de su colegio. Pero bueno, todos tenemos derecho a labrarnos nuestra propia personalidad con el paso de los años, y el decidió, un buen día, ser un MACHOTE, aprovechando para ello la experiencia sufrida en Sarajevo, aunque muchos testigos maledicentes afirmen rotundamente que no salía del hotel. Sobre esta oscura faceta de su vida no diré nada, porque seguro que yo haría lo mismo, aunque la verdad, por la forma en la escribe, parece que estaba en plena línea de batalla arrancándole a los enemigos las entrañas con su pluma Inoxcrom (Por Crom).
En cuanto a sus artículos, he de decir que los leo con la misma ansia con la que escucho a Federico J LoSantos o al bueno de Cheddar Vidal, por puro morbo, por ver que existen personas mucho más desgraciadas que yo, por reconcomerme el alma matinando en la memez que puede alcanzar el ser humano. Pero lo leo, eh! No como al gordo del De Prada, ese pupilo maltrecho de Umbral, que últimamente se deja ver en diversos canales de la derecha ultramontana, que da más lástima que el ginecologo de Cristina Schilinchitning, al que me es imposible seguir más allá de su segundo párrafo de sus artículos del semanal . El caso, en fin, es que sus artículos me los leo.
En cuanto a sus libros, afirmo rotundamente que El Club Dumas me parece divertidísimo oiga, una especie de Pendulo de Foucault para secundaria, como de lectura de Bibliobús, pero divertido y con unas ilustraciones mu bonicas. La Piel del Tambor lo he dejado a medias, no me enganchó para nada, y ahí paré con sus novelas normales. Del Capitán Alatriste me leí las dos primeras, más sencillas que el argumento de un cuaderno Rubio pero que bueno, se leían si no había otra cosa cerca, así como pasar el rato porque te ha saltao la línea de internet. Aquí tengo que decir una cosa: a Reverte, que aborrece todas las pelis que se han hecho de sus libros, le ha encantado la del Capitán Alatriste. Toma ya. Anda que valiente hijoputa, como diría él. Hay que tener los cojones bien puestos y toma moreno, nos ha colao todo el palo de mesana por el ojete, así sin vaselina y despacico, para que pique más.
Bueno, ésto último ha sido como intentando imitar su estilo, perdón por la chorrada, pero es que la verdad es que el hombre tiene una forma de decir las cosas que hace que te enganches, el cabrón. Bueno, a partir de ahora seguiré por esta línea, a ver que sale.
Bum Bum Bum hostia va y hostia viene, así, sin esperarlo, llega un día que SolDeInvierno va y me dice, no quieres un libro de aventuras en la mar?, pues leéte el Trafalgar de Reverte. Reverte? No me jodas, a ese tontolaba yo hace tiempo y tiempo que lo tengo superado, vamos hombre, no me jodas la marrana con ese tipo a estas alturas del campeonato. Como navío con todo el viento en la popa y acercándoseme por estribor, me suelta: no seas burro y léetelo, que vas a flipar. Yo que soy bien mandado cuando quiero y puedo, le hago caso, pero sin tenerlas todas conmigo. Empiezo a leerlo. Joder. Engancha. Este hijodesuputisimamadrequelocagó engancha y no te suelta como si te arrecojiera la tripada enroscándotela a una mierda árbol.
Qué agotamiento. bueno, ejercicio de estilo terminado. El caso es que este libro me ha recociliado con él, un relato cruel y despiadado sobre el combate naval que más importancia ha tenido para Inglaterra, dado que quizás gracias a él se evitó una supuesta invasión francesa a su isla -aunque supongo que esta campaña sería un desastre, es más, seguro que le vino bien a Napoleón perder en Trafalgar para después poder vencer en Austerlitz, ya que poseía un mayor número de tropas disponibles-. Bueno, muy recomendable, ritmo trepidante y tensión al máximo, además, no apabulla con el vocabulario técnico naval como lo hacen los de Capitán de Mar y Guerra, que son un coñazo de trinquetes baupreses y palos de mesanas que no hay dios que lo entienda.
Plano del desarrollo de la batalla. Los barcos ingleses cortan la línea francoespañola en dos, y comienza el desastre
Pongo a continuación el principio del libro, para abrir boca. Por cierto, pendiente queda un post sobre comienzos gloriosos de novelas, se admiten contribuciones:
El teniente de navío Louis Quelennec, de la Marina Imperial francesa, está a punto de figurar en los libros de Historia y en este relato, pero no lo sabe. De lo contrario, sus primeras palabras al amanecer el 29 de vendimiario del año XIV, o sea, el 21 de Octubre de 1805, habrían sido otras.
-Hijos de la gran puta.
viernes, 26 de junio de 2009
Han muerto los ochenta...
Me levanto con una triste noticia. bueno, a estas alturas todos los que leáis esto ya lo sabréis. Ha muerto Michael Jackson de una sobredosis de medicamentos. La década de los ochenta, tan de moda de un tiempo a esta parte -cuando en los noventa estaba absolutamente vilipendiada, ya vés, cosas de las modas-, no se podría entender sin su figura y sus bailecillos. Aaaaah, Michael, cómo has podido envejecer TAN MAL...
No me explico cómo, en todo este revival ochentero, no se han escuchado más sus canciones en los medios, no se ha producido una reivindicación de su figura de un modo más rotundo. ahora será el momento, muerto el negro que se volvió blanco. Y es que todos los que hemos crecido escuchando sus canciones sabemos que no habrá otro como él, que nadie conmocionará ya la historia del videoclip como él lo ha hecho, que nadie provocará la legión de imitadores que él inspiró. (Sólo comparable a Chiquito). Recuerdo el día en el que se pasó pro primera vez el Thriller en televisión, con mi hermana, los dos pegados a la pantalla flipando con los zombies y la chupa roja de Michael, o la primera vez que vi el Smooth Criminal, el momento de la monedilla entrando en la máquina, o cuando rompe la bola de billar con la simple presión de su mano, aaaaah!, el vídeo de los niños en Bad, el morphing de las caras de Black and White, con Makaulai Kulkin Kulkin Makaulai tocando la guitarra (los niños, siempre los niños...), el juego de recreativas del Moonwalker...tantos y tantos momentos para el recuerdo...
Gracias Michael, por los momentos que has otorgado a mi infancia.
Gracias, Mamá, por no ser vecina de él cuando yo era pequeño...
El vídeo que cambió la historia...con voz de Vincent Price!
La mejor canción y el mejor vídeo...
Un crack.
Con Marcel Marceau:
Y ahora, a aprender...
Por último...un regalillo...
jueves, 25 de junio de 2009
Primera lectura de verano: Peter Pan, de J. M. Barrie
Ante el caudal de comentarios recibidos por el anterior post y las preocupaciones (sé que finjidas) sobre mi salud, y hasta mi propia existencia, he de confirmar que sí, que sigo vivo, coleando y dispuesto a pasarme unas vacaciones dedicadas al rascamiento ombliguil y a solearme hasta parecer un camarón. He acabado las clases, por lo que las mañanas ya las tengo libres, pero a la tarde sigo trabajando para levantar este país (sí, Diancecht). El miércoles me dan las vacaciones, y entonces la cosa cambia...¿24 horas para hacer lo que me salga de ahí abajo? .....snif.....snif....lloro y me sorbo los mocos.
He de decir que lo de Benedetti ha sido de traca. Casi cien comentarios sobre la muerte del insigne maestro de las letras, todas ellas destinadas a alabar su gloria, su humanidad, su buen hacer, su sensibilidad...ejem ejem...bueno, el caso es que cualquier excusa es buena para insultar a amigos o para iniciar una combate entre Marx y Adam Smith.
El caso es que ayer tuve por fin el placer de sentarme a leer algo que no fuese teoría dramática o análisis sesudos sobre Stanislavski, Meyerhold, Gorgon Crieg y la madre que los parió, y me leí casi de cabo a rabo el Peter Pan y Wendy de J.M. Barrie. Algo fácil, veraniego, victoriano y con ilustraciones...llevaba desde navidades -que me lo regalaron- intentando leerlo, pero nunca encontraba tiempo, pero ayer, en tres horas, estaba acabado.
Lo primero, para leerlo es esencial olvidarse de la almibarada versión de Dysney y hasta de aquel Hook que había protagonizado el Profesor Kitting. En el libro Peter Pan no duda en cargarse a cuchilladas a toda la tripulación pirata con una crueldad con la que, según el autor, sólo un niño puede actuar. Es un ser realmente oscuro en su inocencia, profundamente egoísta y orgulloso, que, en su propio nihilismo y velocidad vital, es incapacidad de recordar las aventuras acontecidas, que para los que las han vivido con él, han sido las experiencias más intensas de su vida.
El libro, por otra parte, da una visión de las mujeres sumamente bochornosa, siendo el personaje de Wendy el que sale peor parado. Veamos: Wendy es llevada al País de Nunca Jamás por Peter Pan, y una vez allí se encuentra con los Niños Perdidos...¿qué ocurre entonces? que lo que antes de su llegada era la anarquía total, y se ve que ninguno de estos chiquilicuatres se cambiaba los gayumbos hasta que se los tenían que sacar como el papel de las magdalenas, tras la llegada de una mujer (en realidad es una niña, pero ya tiene todos los vicios de una fémina victoriana, como son el orden escrupuloso y la educación férrea), se convierte aquello en una especie de internado en el cual hasta los chavalines tienen hora para irse a la cama...¿de qué coño vale ser un niño perdido si no puedes trasnochar, caminar por el monte de noche y hacer lo que te salga de los huevos? Pues éso, que Wendy llega para ordenarlo todo y tenerlo bien limpito. Patético. y a los chavales le gusta. bufff.
Lo mejor de todo, el final, cuando Wendy y los Niños Perdidos crecen, pero Peter decide quedarse siendo un niño para siempre. Y hace bien, porque la verdad es que no parece nada envidiable la vida de los que se hacen gente de bien:
Por aquel entonces todos los chicos habían crecido y se habían echado a perder, así que no vale mucho la pena decir nada más sobre ellos. Tal vez veáis a los gemelos y a nibs y a Curly cualquier día de camino a la oficina, cada uno de ellos con una cartera y un paraguas. Michael es maquinista. Slightly se casó con una dama de título y por eso llegó a lord. ¿Veis a ese juez con peluca que sale por la verja de hierro? Es Tootles. El hombre de barba que no sabe ningún cuento para contárselo a sus hijos algún día fue John.
Barrie, por cierto, desarrolló a causa de diversos traumas infantiles un enanismo psicogénito, que le impidió alcanzar la pubertad y que le hizo quedarse con una altura de 1,47 para toda su vida.
¿Haría fiestas privadas con Lewis Carroll?
Otra curiosidad, esta especial para Hayden...la película Jovenes Ocultos se basa así mismo en el esquema de los niños perdidos que aparecen en esta novela, siendo Wendy la rubia y Peter Pan, evidentemente, Kiefer Sutherland. de hecho, el título original es The Lost Boys...(craaaaaaaaaai litel sisteeeeeeeeeeeeeeer)
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