¿Qué tal, muchachada? Ya sé que hace mucho tiempo que mi prosa prolija y barroca no se prodiga por estos lares, pero mis numerosas ocupaciones (soy una mujer del siglo XXI y por lo tanto MUY OCUPADA), me han mantenido lejos de este reducto de sabiduría. Mas, como la cabra siempre tira al monte, y en este caso el intelectual de mercadillo (usease, por ejemplo la que suscribe) siempre tira al blog, pues me he decidido a escribir un “pequeño” apunte sobre un tema de vital importancia:
EL PISO
y
GUEST STAR: LA TERRAZA
Aquí donde la ven, SFM se ha convertido de manera eventual, espero, en una AMA DE CASA. Ya se que ahora vendrán los lloros y el crujir de dientes, pero como digo confío en que sea algo pasajero, pues como bien saben siempre he repetido hasta la saciedad que las labores del hogar y todo lo que es la fenomenología doméstica están reñidas con el glamour y, obviamente, lo segundo es algo que NUNCA NUNCA y por nada del mundo se puede perder. Quede bien clarito.
Pues vale, ataquemos al piso, eso sí, visto desde la óptica de una MARUJA2000. Después de largas pesquisas por nuestro bienquerido y a la vez cazurro Ourense, dimos con: El PISITO. El chabolo en cuestión no medirá más de unos 50 m cuadrados (al menos eso dice Laana, y yo como de medidas pues no sé demasiado pues la creo y santas pascuas plín). Está dividido por una mano ciega o bien por un arquitecto borracho y tiene un pasillo que bien podría aprovecharse para torneos de darts de liga estrecha o ancha da igual, creo que incluso podrían caber holgadamente dos dianas e incluso, porque no, un billar y un furbolín. Nuestro bonito pasillo estaba decorado por una moqueta que podía competir con el chicle que hallaron hace pocos días y que al parecer se dedicaban a masticar los neardenthales (espero que esté bien escrito). Pues bien, como nosotras somos unas modernas y ese estilo rococó moquetil no nos mola un carallo decidimos arrancar la moqueta aunque fuese a bocados. No hizo falta tanto, realmente la moqueta era buena gente y se dejaba arrancar de un pequeño tirón. Eso sí, a pesar de su comportamiento impecable se fue a la basura, porque realmente carecemos de espacio hasta para las buenas intenciones. Cuando la moqueta salió, realmente apareció lo peor, una especie de polvo kriptoniano y con una pinta de tóxico que tiraba para atrás que, como no, estaba pegadito pegadito a la plaqueta. Entonces, no quedó mas remedio que doblar nuestros sufridos espinazos. Entre Dragomira, Laana y la menda nos pusimos a ello con fruición, y a día de hoy juro que todavía no está limpio ni parecido, a pesar de trapos, espátulas, fregonas, cuters, disolventes y todo lo que buenamente se le puede ocurrir echar a un cristiano al suelo. Dan fé de ello las fotos de Dragomira en un post vecino. Quiero creer que algún día estará como para comer en él, el tiempo lo dirá.
LA EXHABITACIÓN DORMITORIO: Bueno, esto es una especie de zulo de la ETA, que si te quieres sentir como Ortega Lara en sus peores momentos pues puedo alquilartelo por un precio módico. La sensación es bestial. Lo mejor del caso, es que Ron Jeremy (mi casero favorito y el único que tengo) en un alarde o de miopía galopante o de morro criminal pretendía que alguna de las dos durmiera AHÍ. Nosotras le pusimos la recurrente cara de “claro, claro” y hemos decidido convertirlo en un vestidor. La verdad es que lo de vestidor suena snob, pero la explicación es que en mi habitación sencillamente no cabe un armario, y por lo tanto ahí van a ir dos armaritos y la mesa del ordenador. Como meterlo todo es un misterio del Señor (Jesús), y confiamos que Sir Robin The Brave, que sabe de estas cosas de visión espacial nos ayude a cuadrar el puzzle. Vuelvo a repetir que alquilo la habitación por horas. Petrosky a ti la dejo gratis por cuestiones puramente artísticas. Si ya escribes comentarios kurtcobainescos de por sí, con una temporada en la habitación no quiero ni pensar hasta donde llegará ese estilo de prosa “post-rock” que te caracteriza.
El Baño:
pequeño……..pequeño…………
pequeño. Y después tiene alguna otra cualidad más, p.ej que es blanco. Lo más destacable el tanque de la ropa que tenemos para ducharnos, que la verdad, es que bien pensado no está mal, porque cuando tienes de esas prendas de perlé o angora que son delicaditas pues te metes en el tanque, te duchas (sí, Diancecht, al final he decidido que voy a hacerlo, he comprobado que no encojo) y de paso, pues le das duro con el Noritborreguito a las braguitas y frota frota, frota la ropa frota la “c..a” (que bonito pareado, soy una poetisa) dos en uno. Hemos comprado para darle el toque personal al baño unas cortinas mu monas que tienen dos flores que representan obviamente a Laana y a mí que somos dos flores, claro (no todo eran floooooooores, como diría el mierdas de Deluxe).
La Cocina: Este habitáculo, siguiendo la tónica del piso pues es bastante pequerrecho, pero he de decir en su favor que es nuevo, eso sí. Puntos flacos: pues que cuando queramos comer o una de dos: o comemos Laana y yo, o bien si viene más gente pues habrá que coger número y comer a turnos. Tampoco, misteriosamente, tiene espacio para un microondas, y la verdad, pues no me veo poniendo el microondas encima de la tele o de la lavadora. No sé, a lo mejor lo ponemos en el suelo, depende de los niveles de desesperación que lleguemos a alcanzar.
El Salón: En realidad debería de llamarse el saloncito o simplemente “cito”, pero como ya estoy lanzada pues eso. De momento tenemos un colchón moda Trainspotting y la supertele de Laana con toda la tecnología subufer joncinema. Ah y también el poster de “Pulp Fiction” que le da el toque de calidad. El conjunto decorativo se asemeja muy mucho a la moda “favela brasileña”, con la parabólica saliendo por fuera sería igualito igualito.
Habitación de Laana: Es la más grande de la casa: es INMENSA, es…es..es que te da agorafobia estar en ella coño. Tiene unos muebles antiguos que de aquí a un par de años intentaremos venderlos a buen precio en ARCO o bien exponerlos en el MOMA cuando haya algún revival, a ver si nos sacan de la miseria. De momento está un poquillo desangelada, básicamente porque no hay cama. Otra cosa de la que carece la habitación es de ventana, problema que se suple abriendo la del salón, porque señores, para los que no hayan pasado por la mística experiencia de la visita al pisito pues sepan que están comunicados salón y habitación LAana. Lo cual es malo, porque como fumadora que soy he exigido mis derechos de fumar en el salón y Laana como buena exfumadora me ha dicho que sí que vale y que separe los espacios. Por lo que, en breve habrá una corredera supongo, que me permitirá disfrutar de mi coffee & cigarrettes y a LaAna pues estar en cama durmiendo o comiendo techo o lo que quiera en la calidez de su intimidad.
Habitación de SFM: El antiguo salón. Esto está más vacio que nuestra nevera, porque me falta el dormitorio. Sin embargo, gracias a los hados me lo traerán raudamente a mediados de octubre. Hasta entonces pues tendré otro colchón para mí, un somier y unas patas y eso sí, la minicadena de 2x50w (dice LaAna que es mucho y LaAna es sabia). Puedo poner musiquillas y soñar con mi supertálamo snif snif. La verdad es que a día de hoy parece una pista rápida de tenis…….
Después de todo este cúmulo de despropósitos se preguntarán: Porque cojones entonces te metes en el piso??? Y no les falta razón. Y es que señores, lo mejor del piso está precisamente fuera del piso. Y no es otra cosa que la terraza. La terraza posee un magnetismo animal, fue verla y sufrir un amor a primera vista. La terraza lo tiene todo en su sencillez, y ayer mismo, después de otro duro día de mudanza, a la noche con las cervecitas las “patatillas” y los donetes, supe en un flash que no nos habíamos equivocado en el piso, que por ELLA merecían la pena todos los esfuerzos, penas y sufrimientos. ELLA te da la paz, te da el relajo. Le faltan unos pequeños ajustes como es la luz para ver aunque sea a dos pasos y que empiece a llenarse de bichos en movimiento de traslación como buen espacio al aire libre que se precie. También montar la mesa y sillas de camping y asaltar el super para aprovisionar el mueble bar que se le ve muy triste y solo. Se admiten donaciones.
Y eso es todo señores. Supongo que la mayoría de ustedes no habrán llegado ni a la mitad del artículo. Para los valientes (o masocas) que hayan llegado hasta aquí decirles que nuestra casa tiene las puertas abiertas a todo el mundo y gente de bien. Hagan una reflexión íntima y piensen por un momento si son buena gente y vayan tomando asiento y sirviéndose algo. La terracita los espera.
Seguiremos informando